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viernes, 11 de diciembre de 2009

Estamos volviendo

Hemos actualizado el blog y puesto nuevas fotografias, pronto volveremos a estar en casa

jueves, 10 de diciembre de 2009

Los más de 30.000 mensajes están en la COP15

La lluviosa mañana en Copenhagen no ha impedido que lleguemos a Bella Center donde se esta celebrando la conferencia.



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Después de una larga espera, para poder ser acreditados excepcionalmente, hemos sido recibidos por el Señor Niels Pultz responsable de COP15 del ministerio de asuntos exteriores de Dinamarca, que ha acogido los mensajes.




Le hemos entregado también un documento, pidiendo que después de nuestra experiencia de cruzar Europa en Bici más tren, se potencie este modelo de transporte combinado a nivel mundial, como la mejor manera de recorrer cortas,medianas y largas distancias.



Hemos podido disfrutar de un día en la COP15, la actividad es frenética, hay todo tipo de eventos, y el minuto se paga a precio de oro, muchos medios de comunicación y multitud de delegaciones de países y de organizaciones.



Esta madrugada a las 4 más o menos nos llamaran de una radio de Colombia para explicar en directo nuestra experiencia.

miércoles, 9 de diciembre de 2009

Estamos en Copenhagen

Rostock Copenhagen



Rostock es la ultima población de nuestro viaje en el continente europeo, hemos de atravesar el mar Baltico para entrar en Dinamarca.


Nos tomamos el dia con un poco de calma, el viaje Amsterdam/Berlin/Rostock del dia anterior fue pesado y cansado.

El hotel donde hemos dormido es muy peculiar y marinero.
















Según los horarios que tenemos hay un Ferry cada dos horas a partir de las 9 de la mañana, así que decidimos desayunar con calma, y ver la población turística, de la costa norte de Europa, que ayer vimos entre tinieblas.

El día amanece gris y nublado.

Después de un buen desayuno llega la primera mala noticia, el camino corto hacia el Ferry, que atraviesa uno de los canales de la población es un túnel y solo para vehículos a motor, prohibido para bicicletas.
No tenemos aun ningún tipo de información veraz de donde podremos coger algún tren en Dinamarca para ir hacia Copenhagen. Aunque preguntamos en el hotel, sobre trenes ni idea. Todo el mundo va en coche en el Ferry.


Para nosotros es importante llegar a coger el Ferry de las 13 h. para intentar ciclar hasta el tren de día.

En estos momentos en que el tiempo es oro hasta el tren parece que se ponga en nuestra contra.






la prohibición de pasar por el túnel nos obliga a cruzar en una barcaza el canal por su extremo mas al norte y tener que recorrer una carretera de unos 20 km. Dando un gran rodeo, la tranquilidad, se ha convertido de pronto en una frenética carrera contrarreloj.
















Cuando cruzamos el canal la bonita población costera se convierte en un gran polígono industrial, una zona portuaria.















A falta de pocos kilómetros desistimos de nuestra feroz persecución del tiempo perdido por el tunel prohibido, el Garmin, el navegador que nos acompaña y que nos ha llevado puntualmente a nuestros destinos durante estas noches encontrando estaciones y hoteles perdidos, dice que según sus cálculos llegamos a las 13:20 a la estación del Ferry.

Entre fabricas y camiones llegamos a la estación portuaria, donde aprovechamos el tiempo para comer, el próximo Ferry parte a las 15 horas así que si no comemos ahora, con los horarios del norte, no encontraremos que comer en Dinamarca, ademas de que el lugar donde llega el Ferry Gedsel, es “la nada” un faro y estación portuaria, según hemos visualizado con el Google maps.



















A las 14:40 como máximo hemos de estar preparados para embarcar, asi que no queda mucho tiempo.




































El Ferry no esta preparado para las bicicletas, pero hay un lugar para las motos con unos arneses donde amarramos las bicis.






Desde la cubierta al partir volvemos a ver la bonita población ahora des de el mar.




Son las tres de la tarde llegaremos a Gedsel sobre las cinco menos cuarto, en Dinamarca y en diciembre esto es noche cerrada y no sabemos con claridad que nos deparara ese destino, si hemos de pedalear hasta Copenhagen son alrededor de 150 km.

El desembarco es dantesco, la oscuridad y una larga hilera de coches y camiones, por suerte estamos bien situados en esa “parrilla de salida” y nos evitamos los humos de la arrancada de todos estos vehículos a motor.





Nuestro camino dura poco, nos esperan un par de policías que muy amablemente nos piden explicaciones, con la Cumbre, dos ciclistas que aparecen de la nada cargados hasta los topes y con grandes banderolas, son como mínimo sospechosos.


Nuestras explicaciones y el logotipo del gobierno Danes en las banderas parece que les convence, pero nos invitan a acompañarles para ser identificados. Miriam se pregunta, ¿porque no paran a todos los que van en coche?.


Nos hacemos los simpáticos, no es que no lo seamos, pero cualquier precaución es buena, para evitar que nuestro viaje acabe en un punto fronterizo en la nada de Dinamarca.


Después de ser “fichados” como extranjeros que vamos hacia Copenhagen, nos explican que a unos 30 km. En la población de Nycobing donde hay estación con trenes hasta Copenhagen, según ellos creen hasta las 12 de la noche y con mucha frecuencia.


Miramos al frente y vemos un sinfin decamiones por una carretera, la única, de noche y aunque no son ni las 6 de la tarde parece la madrugada.


Nos volvemos a maravillar, la carretera tiene un ancho carril bici y indicaciones expresas que nos dirigen hacia Nycobing, en algunos tramos enlazamos con el Eurovelo 9, que lleva del Baltico al Adriatico, Eurovelo son unas rutas que promueve la ECF y que en un futuro enlazaran toda Europa con itinerarios seguros para la bici. Por España esta proyectado que pasen los itinerarios 8 y 3 que conectarian Atenas con Cadiz y Trondrehim(Noruega) con Santiago de Compostela. Por ahora en España, tenemos 0 kilometros realizados.







Circulamos por este itinerario y aunque las poblaciones parecen pueblos fantasmas, la iluminación navideña de las casas y el echo de que no se utilicen cortinas, lo cual nos deja ver la luz y los interiores de las casas, nos da una sensación acogedora, mientras circulamos a bajas temperaturas.


 
















Nos gustaria haber podido hacer este recorrido cercano al mar,con luz diurna, ahora el mar no es mas que una negra mancha a nuestra izquierda.

Nos incorporamos de nuevo a la carretera principal, pero sin problemas, en cada sentido de la circulación hay carrilbici tan ancho como los que en nuestras ciudades nos ponen para los dos sentidos de circulación. Esto es una gozada.

El camino nos muestra nuestro destino.







Nuestro primer tren Danes.







Muy similar a los alemanes con piso bajo, estos trenes son más nuevos, lo que nos concede la esperanza de que en Dinamarca durante bastantes años, podran poner la bicicleta en los trenes regionales.


Fijaros la diferencia con los trenes españoles, el baño que se esta utilizando en los nuevos trenes de cercanias y ese estrecho pasillo, donde nos obligan a poner la bicicleta, aquí se ha utilizado la mitad del vagón, como espació prioritario para la bici.


Que facil seria si hubiera voluntad, porque como se puede apreciar, el interior bien distribuido lo permite.








El viaje dura unas dos horas, se agradecen los asientos mulliditos, aunque sean abatibles, después de la contrarreloj de 20 km del a mañana y los 30 km. de la tarde.

Pasadas las 9 de la noche llegamos a Copenhagen, primera parte del viaje concluida.


Hemos llegado, estamos en Copenhagen.




La travesía, no ha sido fácil.


Mañana a las 11 de la mañana en el Bella Park, tenemos el encuentro con el señor Niels Pultz – responsable de COP15 del ministerio de asuntos exteriores de Dinamarca.



Con la unión de todos los países podremos salvar este planeta y vivir en paz. Dinamarca debe ser un punto de inflexión y de reflexión para el planeta entero. Thank you Danmark!!
Raul

martes, 8 de diciembre de 2009

Amsterdam/Berlin/Rostock

Desayunamos antes de la ocho de la mañana dispuestos a dejar atrás el peor hotel de la ruta, no solamente las instalaciones son horribles, lo regenta un tirano que tiene al chico de la recepción atemorizado.


El tren no espera y aunque nos apetecería pasarnos horas y horas por Amsterdam, como peces en el agua, tenemos que partir hacia Berlín, donde cogeremos el tren que nos llevara a Rostock el punto más al norte de nuestra ruta en el continente Europeo.






Nos dirigimos a la estación de Amsterdam zud, nuestro primer tren aleman, estamos impacientes por saber como se transportaran las bicis en este tren internacional, son 6 horas de viaje.










Ademas tenemos asignados los asientos en el vagón 6 y las bicis en el número 8, que faena, si hemos de estar 6 horas de pie al lado de las bicis y de la carga que llevamos.


Nos es fácil localizar el vagón, el acceso sigue siendo complicado, escaleras y puertas estrechas, pero el interior nos deslumbra esto si que es un furgón para bicicletas.










Si hasta hay dos tipos de enganches, unos altos y otros bajos para las personas que no pueden alzar la bicicleta, Miriam se alegra por ello, aunque nosotros por si acaso, ponemos las nuestras en el numero de gancho que el billete indica.


No queremos broncas con el revisor que ha estado un poco brusco al vernos entrar con las bicis cargadas, de mala manera nos decía que mejor descargarlas antes de entrar.







Que vamos a saber nosotros que el furgón iba a ser tan esplendido.


Como que el tren iba casi vació nos hemos instalado en unos asientos cercanos a las bicis sin problema.






El vagón incorpora enchufes para el ordenador, esto ya es lo ultimo que me esperaba, lo aprovechamos para hacer trabajos de oficina, solo hubiera faltado conexión a internet.






El tren no es moderno pero tiene unos servicios que ya quisieran algunos trenes de altos vuelos de España.


Berlin-Spandau es el destino de este tren






Por cierto las definiciones de las estaciones de tren no tienen nada que ver con lo que ponen en los billetes, como consejo preguntar en los centros de información que hay en todas las estaciones, antes de ir a buscar un tren.


Llegamos a Berlín, que cambio respecto a las ciudades Holandesas, ciertamente hay mucha infraestructura para la bicicleta, pero a nosotros nos da la impresión de haber salido del paraíso, muchos coches, la lluvia, el anochecer súbito.


Moverse por las grandes ciudades es laborioso y tenemos poco tiempo hasta coger el siguiente tren que nos llevara de la estación central de Berlín a Rostock, como que nos queda de camino visitamos la puerta de Brandenburgo, y nos instalamos en la estación para cenar a horario Berlines y disponernos a coger el tren regional alemán.










Nos vuelve a sorprender gratamente, entrada con piso plano, esto es la maravilla, un buen espacio donde poner la bici, elementos especiales para fijarlas, en nuestro caso no hace falta, porque con lo cargadas que van, no hay quien las mueva.


No hemos tenido una suerte especial, los trenes que vemos en los otros andenes, hacia otras destinaciones también disponen de estos vagones de piso plano acondicionados para la bicicleta.










Lo que mas nos choca es que el diseño interior no difiere demasiado con los nuevos trenes que se están instalando en España, lo que pasa es que la disposición del mobiliario aquí permite la entrada y la colocación sin problemas de las bicicletas.













Nos estamos acercando al punto más lejano de nuestro viaje por el continente, Rostock es la población en la que mañana cogeremos el ferry camino Dinamarca.



Rostock tiene varias estaciones y no conseguimos situarnos ni la información es fiable, asi que estamos a punto de quedarnos en un lugar apartadisimo del hotel, al final, una empleada de la estación Rostock central nos atiende y explica bien la situación, para poder llegar lo más cerca del hotel, hemos de hacer un transbordo.



El segundo tren que cogemos también esta acondicionado para la bicicleta, con piso plano, es un modelo más antiguo, pero cumple perfectamente su función.






Este modelo de tren tiene una especie de cinturón de seguridad par que se pueda amarrar bien la bicicleta










Pedaleamos por las carreteras y calles vaciás de la población, son las 11 de la noche, en estos lugares, parece como si estuviéramos en plena madrugada.


Mañana nos espera el paso a Dinamarca la bici no solamente en el tren también en un Ferry.

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